Aunque por el nombre no lo parezca , el Dong Feng es un restaurante chino. He de decir, para ir preparando a la gente, que es un chino de estos lujosines, por así decirlo, no es el típico en el que hay un buda a la entrada, no, aquí hay una estatua de un guerrero raro, cuidado que tiene nivel jajaja.
Yo fui a cenar, la verdad es que tenía bastante hambre, y esperaba comer abundante en ese sitio, ERROR. Lo más abundante que había eran las velas aromáticas que provocaban un ligero mareo en los comensales, por lo menos a mí me lo produjo.
Lo primero que nos trajeron fueron unas empanadillas chinas (dhim shum) y tempura. Bueno, pues cuando abrí el cesto de las empanadillas y vi cuatro (éramos cinco) se me calló el alma, menos mal que a mi hermana no le gustan. La tempura no se quedaba atrás, me parece que había dos trozos de cebolla y dos calabacines, además en cuanto a estos platos, decir que no eran gran cosa.
Después gracias a buda la cosa mejoró, los maki roll muy buenos, dos teriyakis con un buen sabor, un arroz bstante bueno, y lo que estuvo mejor el pato laqueado. Por cierto, también probé unos fideos, que madre mía, tenían más de asturianos que de chinos.
En cuanto a lo positivo, el ambiente muy agradable, invitaba al disfrute. También los postres fueron buenos, aunque mi café estaba frio. Y en cuanto a lo gracioso, la dueña, que tenía pinta de las señoras esas que eran protectoras de las gheisas y que antes eran gheisas, pero que ya está muy mayor para serlo. Le faltó decir: "estaba rica la comida?, No querrán una jovencilla para su hijo?" (sí, yo también he visto la peli jajaj)
Mi imaginación me juega malas pasadas.
Mi imaginación me juega malas pasadas.
COMIDA 5.6
RELACIÓN CALIDAD Y CANTIDAD/PRECIO 4
SERVICIO 6.5
AMBIENTE 8.2
TOTAL 6.1
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